
¿Se puede cambiar el pensamiento machista que ha perdurado por años en las comunidades?
La masculinidad se define como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son característicos del hombre en una sociedad determinada.
Lo masculino siempre se ha asociado con la violencia, el dominio y la fuerza; se tiene la idea de que los hombres son los que proveen a la mujer y desde niños les enseñan que deben actuar de acuerdo a estereotipos, por ejemplo: jugar a los carritos, realizar deportes rudos y vestir de azul. Hoy en día esto está cambiando, las nuevas masculinidades proponen la idea de promover el trato igualitario entre los hombres y las mujeres.
Rosario, Juan, Canuto y Nico son cuatro hombres originarios de comunidades de Ocosingo, Chiapas, que quieren compartir con otros hombres su experiencia en la búsqueda de formas más armoniosas de vivir. Partiendo de un ejercicio de reflexión de diversos temas sobre “masculinidades”, consideran “queremos vivir en armonía bajo los criterios de equidad, armonía y liberta de la persona, y no estamos pensando en que los hombres sean menos hombres”; se habla de “masculinidades” y no de nuevas masculinidades, porque existen otras masculinidades que son más justas y solidarias.
Durante julio y agosto, junto con otros hombres, han revisado temas relacionados con las masculinidades y señalan que se enfrentan a desafíos, porque como hombres se han cometido errores, pero que cada día se esfuerzan por mejorar a nivel personal, en la relación con su esposa e hijos, y en las relaciones comunitarias.
Rosario (Chayo) ha comenzado en su comunidad a compartir con un grupo de jóvenes el deseo de vivir en armonía con la familia, mientras que Juan está acercándose a hombres de Ixtapa (comunidad de donde es originario) y de Atotonilco para integrar un grupo de reflexión.
Chayo se siente muy entusiasmado con iniciar estas charlas, por lo que es importante acompañarlo en este arranque y darle certeza desde Xilotl para que se sienta seguro y lograr que el grupo sea sostenible.

En la discusión se centró en 1) la equidad, 2) la armonía con uno mismo y con los demás y 3) la libertad de la persona. Se trata de charlar tomando como líneas de conducción la realidad de ellos, su comunidad, sus necesidades como persona y como hombre.
Si bien no hay un modelo ideal de hombre, ya que las experiencias de vida los hacen diferentes, el reto actual es desarticular las relaciones de poder, los privilegios, el sexismo, la homofobia y así lograr construir relaciones democráticas, igualitarias, equitativas, respetuosas de las diferencias, más placenteras y armoniosas con quienes nos rodean.