José Ignacio Pérez Gómez
Julio César Velásquez Hernández
Técnicos facilitadores de Agricultura Sustentable, Xilotl AC
Los huertos familiares son un ejemplo de las actividades agrícolas que la mayoría de las comunidades indígenas de Ocosingo, Chiapas realizan. El huerto significa un aporte importante al auto abasto alimentario de las familias de la región las hortalizas que cosechan los proveen de vitaminas, proteínas, minerales y fibras, que contribuyen a la buena alimentación familiar y comunitaria y esto se ve complementado con el maíz y el frijol. Se realizan en espacios cercanos a su casa, aunque también algunos lo hacen en sus parcelas, representan un punto de transmisión y generación de conocimientos sustancial.
Trabajamos los huertos familiares en diversas comunidades de Ocosingo, especialmente en la época seca (noviembre a mayo) debido a que las hortalizas son sensibles a los excesos de humedad, pero sobre todo es la temporada en que hay mayor escasez de alimentos.


Dado que en época de lluvias muchas de las hortalizas convencionales resienten el exceso de humedad, estamos animando a que las familias retomen las especies criollas como cebollines, mostaza, yerbamora, calabaza, chile, tomatillo, verdolaga, quelite, albahaca, hinojo, maíz cuarentano, frijol, etc.
“Huertos de hortalizas, recuperación de semillas nativas de la Selva Lacandona”
El trabajo en el huerto consiste en poner al alcance de las familias indígenas y rurales de la región un abanico de especies y herramientas a partir de las cuales y en base a su propio conocimiento desarrollan y experimentan variantes tecnológicas adecuadas a su realidad medioambiental y socioeconómica.



Ignacio, colaborador de Xilotl, junto con José de Rosario Pacaya hacen la propuesta de sembrar hortalizas que toleran las épocas de lluvia (cilantro, rábano, cebolla, repollo) con lo cual se realizó la práctica de siembra.
Algunas familias tienen gran entusiasmo en mejorar sus huertos, y lo demuestran porque a pesar de las carencias están produciendo con cercas de madera a lo que llaman Maak té. Igualmente, estamos animando a que poco a poco vayan aprendiendo a obtener sus semillas y no tengan que comprarla año con año (figura).



En el último semestre de 2020, 29 familias establecieron huertos en las comunidades de Pataté, Las Tazas y La Cureña. Algunos no solo producen para el consumo familiar, también ya han logrado tener ventas con los excedentes de su producción. El comercio de sus hortalizas significo un aporte importante para la economía familiar y comunitaria ya que debido a la pandemia por la COVID-19 los ingresos se redujeron ante la falta de empleos complementarios, prueba de ello es el retorno a las comunidades de personas que trabajaban en la Riviera Maya en el estado de Quintana Roo ya que fueron despedidos y otros tantos porque escaseo el trabajo en el ramo de la construcción.
Alentar a las familias a que trabajen y mejoren su huerto es una tarea fundamental, de esa manera contribuimos a garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades así como a mejorar su alimentación, una mejor nutrición equivale a mejores condiciones de salud.