
El pastor José Antonio Gómez Vásquez es coordinador de la asociación Amextra, pero también es integrante y parte de la Red de hombres por las nuevas masculinidades, el pasado 13 de octubre llevó a cabo su primer taller, sobre el tema “¿Cómo aprendimos a ser hombres?”, con apoyo y asesoría del psicólogo Guillermo Salazar, actividad que pertenece a la jornada que está realizando la red de hombres.
Este primer taller fue en la comunidad de Nuevo Paraíso, en el que se tuvo la participación de 13 nuevos compañeros: 8 jóvenes y 5 adultos que a partir de la fecha ya pertenecen a la red sobre Nuevas Masculinidades.
Se inició con la participación de Antonio quien hizo mención que no llegaba como pastor o predicador si no como un amigo en el que se le puede confiar y charlar de manera abierta sobre su identidad como hombres, la manera de ser y vivir, reflexionando en como aprendieron a ser hombres. Mencionaron que desde que nacen ya aprenden por la vestimenta y el color, cualquier otro color –pero que no sea rosado- es para los hombres dicen, el trabajo también por que el hombre es el proveedor quien lleva la comida a la casa y la mujer es quien la prepara, si un hombre no lleva para la comida se dice que es un hombre irresponsable, porque desde años atrás los hombres y mujeres ya vienen formados para sus actividades que les toca.
Luego continuó con la pregunta ¿Qué pasaría si en una familia, la mujer es quien genera más dinero? Y ellos respondieron que si eso pasara empezarían a tener fracturas en su orgullo y en su corazón como proveedor, porque son quienes deben de resolver todas las necesidades y no pueden demostrar tristeza ni debilidad ante una mujer y se lo guardan. Esta incapacidad de mostrar sus sentimientos los lleva a caer en enfermedades por sentimientos ocultos y eso hace que la vida de los hombres sea sufrimiento, porque a una mujer no le es difícil sacar sus sentimientos y llorar. También dicen que existen hombres que lo demuestran y descargan sus sentimientos a través de la violencia gritando por cualquier cosa y golpeando a la familia y a quien se les atraviese, con la frase de que los hombres si pueden golpear a la mujer, pero una mujer a un hombre no.
Uno de los compañeros platicó parte de su vida diciendo que él era un borracho, tomaba por varios días, porque en su comunidad sus amistades siempre le ofrecían trago y a consecuencia de eso golpeaba a su mujer y la dejaba sola; ahora ya no toma, porque decidió cambiar de comunidad y ahora lo único que le ofrecen es un vaso de refresco o café, ya no existe el alcohol en mi comunidad y vivo mejor con mi mujer dijo, a mis hijos les cuento lo que hice y que estoy arrepentido, porque no quiero que ellos también lo hagan, fui malo y con la gracia de Dios pude cambiar.
Terminando con la charla los participantes hicieron mención que tienen la necesidad de los temas de nuevas masculinidades en especial en los jóvenes, porque hay papás que ya no hacen platicas a sus hijos y no les importa cómo viven y lo que aprendan sea bueno o malo. Los jóvenes ahora ya no quieren saber sobre las historias de su comunidad ahora lo único que les interesa es la diversión, trabajan en el campo menos horas a las que antes era. Manifestaron que están agradecidos por la visita y programaran más espacios invitando a más jóvenes de su comunidad.